Polígrafo Político

¡Cierre ejemplar!

¡Que no te impidan galopar, ni los ladridos de los perros, ni la quijada de Caín!

Joaquín Sabina.

Ganar una elección, no es lo complicado. Escuché decir a los alquimistas electorales.

Tampoco hay dificultad al iniciar el gobierno. La repartición de culpas es el atenuante de quienes argumentan que encuentran caos.

Iniciar es algarabía. Triques, risas, poder, soberbia y un sin fin de emociones encontradas.

Lo complicado es cerrar. Entregar, ceder el poder. Mutar al terreno del no poder.

Muchos ediles en la culminación de sus mandatos ya no quieren queso, si no salir de la ratonera. Lo último no importa, buscan salidas.

En Cacahoatán Anan López Sandoval pasará a los anales de la historia. Más allá de cualquier aspiración, tiene el compromiso de entregar una administración sin problemas.

Finanzas sanas y resultados de cara al pueblo. Así rezó la idea central de su Tercer Informe.

Cierra un gobierno de 9 meses con los resultados más históricos y con una política de verdadera cercanía con su gente.

Anan emanó de la cultura del esfuerzo. Inteligente, hombre de una sola pieza, conocedor de su gente. Con una vida inspiradora, temeroso de Dios, padre y esposo ejemplar.

Deja un Cacahoatán con un precedente de la liturgia obradorista: Priorizar las necesidades de los más pobres a través del bienestar y la justicia social.

Se va. Pausa su vida política. Pero no lo pierdan de vista. Abrió brecha para ser gobierno honesto y de resultados.

Y al sembrar, vendrá la cosecha. En el 2027, estamos seguros dará la sorpresa. Allanó su futuro. Hizo y construyó amistades, aliados y estructura.

Le faltó tiempo. Pero le sobraron ideas, ganas, capacidad y talento.

Salió por la puerta principal. Laureado, con el respaldo de su gente, del pueblo y de quienes conocemos su trabajo.

Desde donde este, va seguir construyendo. Su fortaleza es la de ser conciliador, hombre de palabra y de retos. Y si de compromisos hablamos, saber corresponder.

¡ A ganar!

PD: Inician las lunas de miel. La cuota de poder, los elegidos, los consentidos. Los decepcionados, lo olvidados, los ignorados y los congelados. Luego, el fuego amigo y las deslealtades. Al tiempo.

¿Quien dijo que tengo sed?

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