Desde mi Trinchera

Diego Victorio
Excesos y lujuria: las mieles del poder.
De fondo, proveniente de voces aguardientosas, se oía un desafinado ¡de qué manera te olvido!
Brindaban los del centro de la mesa principal y de su ronco pecho nacía un coro agudo que estremecía el bacanal ¡que a diario a tormenta a mi corazón!
Era una suntuoso reunión, corría el licor a raudales, y, el mariachi no dejaba de entonar los mejores éxitos del Charro de Huentitán.
Desde la mesa central una mano en lo alto irrumpió a los filarmónicos como en señal de cuantas tandas se deben y en fracciones de segundos un lacayo corrió a musitarle al oído al que interrogaba a los intérpretes de la música vernácula, espetando en un santiamén: —está todo pagado señor. —Incluso, nos amanecemos, si usted quiere.
Se celebraba el cumpleaños del Magistrado Presidente del Poder Judicial Guillermo Ramos y la recepción debía ser con los lujos y delicatessen que el funcionario merecía.
En la francachela departían potentados hombres del poder, prominentes representantes de firmas y amigos del festejado. Las mieles del poder.
El Glück, un salón top de la capital, abría sus puertas para que la corte que diserta las leyes en la aldea, se agasajara de las mejores viandas y vinos.
¿Y qué tiene? Se preguntará. Todos podemos celebrarnos a nuestro gusto. Me cuestionará.
Y, si, es cierto, todos podemos gastar recursos como se nos plazca, pero exactamente esa parte de la situación es lo que se convierte en nota. Y, a la vez, en un repudio social.
El Señor Magistrado Presidente, se enfiestaba con dinero que había sido recolectado de la forma más ruin y denigrante.
Días antes del jolgorio, un memorándum interno, que solo podía leerse desde un celular de un integrante de la Secretaría Particular, exigía “voluntariamente” a cada empleado del Poder Judicial aportar una onerosa cantidad económica para engalanar al Príncipe de Pichucalco.
Sin opción a una respuesta negativa porque de facto venía la amenaza de renuncia.
Y, así, el señoritingo de Pichucalco ha sido coronado, ha bailado, cantado y degustado los mejores manjares con dinero que es arrebatado de las nóminas de los empleados de esa “casa del pueblo”.
Este exceso es peccata minuta.
Lo que al interior del extinto STJE ha sucedido en estos dos años ha sido colosal.
Abuso de autoridad, acoso laboral y sexual, aguardan en el temor de damas y hombres.
El protegido de Ismael Brito, de ser un juez del fuero común en San Cristóbal de las Casas, se sintió un Caligula tropical. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados
***Guillermo Ramos, antes de noviembre de 2023, citaba, a su despacho principal, a todo aquel que no apoyaba las candidaturas de Javier Jiménez y José “Pepe”Cruz . Los hacía esperar hasta cinco horas, los observaba por las cámaras de vigilancia y cuando ya los hacia pasar los recibía con una grosera y cínica petición “fírmame tu renuncia”.
***Dice una fuente bien informada que de la milloniza, por el adelanto, de su proyecto de paneles solares, muchos disfrutaron sendas vacaciones en el extranjero.