Hablar de Darinel Zacarías es referirse a un ciudadano comprometido, con la verdad y con la sensibilidad de quien lleva en la sangre y en el corazón palpitante las imágenes de su infancia y de su vida que lo han
marcado para ver la realidad y exponerla tal cual, con toda su crudeza o belleza. Periodista, fotógrafo, fulgor de una generación, Darinel ha renunciado al mundo para centrarse en su origen, en su primera patria, en la patria más amada y más arraigada, que es la casa materna, el caserío
bajo las faldas del Tacaná.
Casado con Arydahi es padre de dos hijos: Ian Fahd y Miguel Ángel, que evocan su amor por Dios, por la literatura y por la majestuosidad del arte.
Perseguido, maltratado e incomprendido por los poderosos; reconocido y querido por la gente, por sus alumnos; admirado por quienes conocemos sus trabajo, Darinel es el periodista que la sociedad emergente necesita para romper esquemas viciados en que la verdad era moneda de cambio y la realidad se maquillaba para esconder agravios o deterioro social.
Hijo de Felipe y de María Teresa, de Gabo, de Rulfo, de Sabines el poeta, de Sabina el juglar, Darinel Zacarías sabe que no hay medicina que cure la felicidad, sabe que la imaginación es infinita, no tiene
límites y hay que romper donde se cierra el círculo, y sabe también que el amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, ganador de la beca PRENDE 2009 que otorga la Universidad Iberoamericana. Maestrante en formación, docente de nivel Medio Superior.
Autor de la columna Polígrafo Político que publican los rotativos del Orbe, Diario de Chiapas y el Portavoz en Chiapas.
Ha colaborado para medios nacionales e internacionales en coberturas especiales que se desarrollan en la Frontera Sur. Ha firmado para diversos medios escritos y radiofónicos.
Darinel no es ni ángel con alas negras ni profeta del vicio ni héroe en las barricadas ni ocupa ni esquirol ni rey de los suburbios ni flor del precipicio ni cantante de orquesta ni vendedor de humo ni juglar de
asfalto ni rojo de salón.
Darinel simplemente es un ciudadano de a pie que retrata la vida, que la expone, que la registra, que la documenta, que la guarda para la historia, porque su historia está íntimamente asociada a su amada
Suiza Chiapaneca.
JJ Balcázar
