Autor Mario Caballero
Paco Rojas nunca ha sido un político de ideales, sino de intereses. Es experto en agitar las aguas para obtener una buena pesca.
Ahora, en su enésima campaña a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, no se ve que pretenda construir un proyecto político exitoso, ya que no ha ofrecido ninguna propuesta factible a los muchos problemas de la ciudad, sino tal parece que su objetivo es volver a negociar privilegios, como hizo en las anteriores elecciones.
Pues ya conoce usted la frase que se ha hecho famosa en esta temporada: “Paco Rojas gana perdiendo”.Lo más reprobable es su transfuguismo moral. Nada queda de aquel Paco Rojas que se opuso a los abusos de poder de Juan Sabines Guerrero y Manuel Velasco Coello.
De un momento a otro se desplazó del caudillismo más recalcitrante al punto contrario: el oportunismo.Su discurso actual no es ni la sombra de lo que fue en sus últimas campañas políticas. Ha traicionado a todos los que por años lo venían respaldando. Entregó su antiguo capital político al cálculo de sus ambiciones. Muestra de ello fue su desempeño como regidor durante el primer trienio de Carlos Morales Vázquez, a quien respaldó en todas y cada una de sus tropelías y arbitrariedades.
Su cambio de postura, sin embargo, a nadie debería sorprender. Si hay evidencias de que antes usó el poder para enriquecerse impunemente; ahora no es extraño que esté utilizando a la oposición como coartada para proyectar sus apetencias políticas y económicas. Juzgue usted mismo.
EPISODIOS DESHONROSOS
Francisco Antonio Rojas Toledo fue alcalde de la capital chiapaneca entre 1999 y 2001. Su gestión estuvo embarrada de escándalos de corrupción, abusos de poder y nepotismo.
Días antes de terminar su encargo lanzó una minuta de acuerdo al cabildo en la que propuso la autorización de bonos de productividad para el cuerpo de gobierno municipal, que era a todas luces un acto ilegal. De eso él recibió la cantidad de 2.7 millones de pesos.De ahí que se le conozca popularmente como “Pacobonos”.En 2006 fue candidato del PAN al Gobierno de Chiapas. Y días antes de las votaciones declinó a favor del candidato del PRI. Se rumoró que había negociado ese movimiento por 20 millones de pesos.
En referencia a lo anterior, es notorio que el interés de Paco Rojas por participar en la política es el dinero fácil, llenarse los bolsillos a costa de lo que sea, así tenga que pasar sobre sí mismo.El 14 de febrero de 2007 fue despedido de la Delegación de SEDESOL, ya que la contraloría interna había descubierto serias irregularidades en el manejo de los fondos de los programas sociales. Aparte, fue acusado por maltrato laboral, acoso y tráfico de influencias. Célebre fue el caso de una joven dentista que formó parte de la plantilla laboral y a quien los trabajadores de la dependencia conocían como “la novia del delegado”.
El primero de junio de 2015, en medio del proceso electoral de ese año, el portal de noticias Reporte Índigo difundió un vídeo que había sido grabado en el privado de un restaurant en Tuxtla Gutiérrez, en el que se veía a un empresario de Puebla entregándole a Paco Rojas una fuerte suma de dinero dentro de una caja de zapatos. “Es con todo mi corazón -le dice a Rojas-. Vamos al moche”.
El recurso era para financiar su segunda campaña política a la presidencia municipal.El 29 de julio del mismo año, otro vídeo exhibe a Rojas recibiendo dinero para el mismo fin. Esta vez en la habitación de un conocido hotel al poniente de la ciudad. ¿Cuánto me vas a dar? -pregunta Paco. “Uno cuatrocientos”, le contestan. Ahí nació su apodo de “Pacomoches”
